Comentario
Es en este terreno donde la utilización de las fuentes orales se muestra más eficaz, al permitir seguir el hilo de la trayectoria vital de los individuos y ver los cambios en sus formas de vida a raíz del exilio.
El asentamiento en México de los refugiados españoles fue para la mayoría un cambio favorable respecto a su situación inmediata anterior: el período de exilio en Francia y la Guerra Civil española. Esta afirmación no implica el olvido de la dureza de la adaptación al exilio y el desarraigo de la patria. Se trata de señalar cómo desde su llegada a México los exilados tuvieron, por fin, cubiertas sus necesidades básicas de alimentación, vivienda, vestido e incluso contaron con asistencia médica y servicios educativos gratuitos. Las facilidades de residencia y trabajo otorgadas a los exilados por los sucesivos gobiernos mexicanos y sus instituciones contribuyeron en gran medida a la rápida integración económica al nuevo país, que se produjo en los años cuarenta.
Otro factor fundamental en su incorporación fue la favorable respuesta de los antiguos residentes españoles en México hacia sus compatriotas. Los 'gachupines' ofrecieron de forma personal puestos de trabajo y ayuda material a los refugiados, por el hecho de ser españoles, pese a las diferencias políticas que los separaban. Más adelante, en los años cincuenta, muchos exilados llegaron a alcanzar una situación de bienestar material mucho mayor que la que tenían en España.